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El primer mes de Lactancia, sin enloquecer en el intento

Convertirse en mamá es uno de los mayores desafíos que presentamos las mujeres en nuestras vidas, yo lo describo siempre como si una aplanadora me hubiese aplastado o el 4to round de una de las películas de Rocky. Porque sin importar cuanta preparación preparto tuvimos, sin importar si eres pediatra, enfermera neonatal o experta en maternidad, es una explosión de emociones y una tormenta de hormonas, que hacen que la vida gire 180 grados.

Las primeras semanas de lactancia son una curva de aprendizaje pronunciada, donde podemos sentirnos agobiadas, cansadas y tristes. Y es totalmente Normal.

La buena noticia, es que no estás sola, no eres ni la primera ni la última mamá que pasa por esto. Un profesor de mi postgrado siempre nos decía “ustedes mandan a las mujeres a amamantar y eso es bien complicado”; luego de convertirme en madre, pude entender a qué se refería. Aunque dar el pecho día y noche es lo normal; lo que ayuda a demás, ha aumentar la producción de leche, también puede resultar agotador, sobre todo para quien tenía hábitos de sueño bien establecidos.

Por lo que, hay que ser paciente, recordar que solo es una etapa y te prometo que después del primer mes, será mucho mejor.

El primer mes suele ser el más exigente en relación con la lactancia. Pero, solo porque tu bebé parece constantemente hambriento y realiza muchas tomas, a veces cada 45 minutos. ¡Que no te hagan creer que no tienes suficiente leche!

Entonces, viene la duda ¿por qué quiere alimentarse todo el tiempo?

Lo que pasa, es que los bebés necesitan alimentarse con frecuencia para iniciar y establecer la producción de leche; durante este primer mes. Y de este modo se crea la base para un buen suministro de leche en el futuro. Pero, no olvides que a los bebés también les gusta mantener un contacto con sus madres, ya que la experiencia de nacer, puede ser abrumadora y la madre es la única persona que le conoce estrechamente y le brinda seguridad.

Es importante saber, que el pecho no es solo alimento, ya que existe lo que se conoce como succión no nutritiva, que aporta a los niños y niñas apego, seguridad, tranquilidad. Los bebés no siempre lloran porque tienen hambre, llorar es el único lenguaje que tienen para decirte: si sienten frío, sueño, que lo cambien, que te quiere a ti.

Y por su inmadurez cerebral, tu bebé aún no es capaz de tener o adaptarse a una rutina, así que olvídate de seguir un horario de lactancia y deja que él establezca su propio ritmo. Cada bebé es diferente. Puede que algunos se adapten más rápido al proceso de lactancia, pero muchos no lo harán.

Por lo que, idealmente debes ofrecer a tu bebé el pecho siempre que veas señales de que está hambriento, no esperar que llore, ya que llorar es una de las últimas señales, así que busca otras pistas anteriores, como lamerse los labios, abrir la boca, chuparse las manos y girar la cabeza con la boca abierta.

Aprende a confiar en tu cuerpo y en tu bebé, es posible que te preocupe que no esté tomando la suficiente leche y quedé con hambre. Pero hay signos que te van mostrando que sí lo está haciendo, tales como: ralentiza su ritmo de succión, escuchas que traga la leche, parece adormilado, se relaja. Pañales mojados al menos 5 al día y pesados los de la madrugada, heces amarillas y blandas.

Estas primeras 4 a 6 semanas, son las más complicadas, da la impresión que el bebé siempre quiere estar pegado comiendo y pueden parecer eternas, te aseguro que todo será más fácil después.

Al finalizar el primer mes, ya se habrás establecido tu producción de leche materna, el bebé es más fuerte y eficaz a la hora de alimentarse; lo más probable es que ya no hay problema con el agarre y tu cuerpo será más eficiente a la hora de producir leche, ya estarás más adaptada a los cambios que provienen con la maternidad. Así, que solo aguanta un poco más, solo es una etapa.

Te lo dice alguien que amamantó a dos y ha acompañado innumerables mamás en este proceso. Tu leche es el mejor alimento y tu cuerpo está capacitado para producir y darle a tu bebé todo lo que necesita.

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